Eterno deseo…
Yo quisiera descrifrar
lo que hablan vuestros ojos,
y con ellos caminar
hasta tiempos remotos.
Acompañar ¿por qué no?
vuestros sueños y anhelos,
ambos, de un mundo mejor,
vosotros, yo, para todos,
quizás, ni mejor ni peor.
Perenne amor al pasado,
el privilegio de amar,
el goce de ser amado,
ayer, hoy, siempre, eterno deseo.
De Puerto Real a Pompeya,
del Atlántico al Egeo,
el privilegio de llorar,
el goce de emocionarse,
ayer, hoy, siempre, eterno deseo.
De Efeso a Puerto Menesteo,
de Gades a Mileto,
quimeras de ida y vuelta
en el barco del tiempo.
El privilegio de vivir,
el goce de contemplar,
ayer, hoy, siempre, eterno deseo.
¿Qué ambicionaste contar
con el estilo en tu mano?
¿Vendrás a contármelo?
cuando te plazca hermano.
Quedo aquí para escucharte,
proclamo, es tal mi deseo,
soñador soy, ya lo ves,
estoy contemplando la mar,
a la que tanto temo,
a la que tanto quiero,
y cuando vayas a narrar
y al aire soplar un verso,
no te vayas, búscame,
aquí, paciente, te espero,
oírte, para mí será,
ayer, hoy, siempre, eterno deseo.
©
Rafael Arauz González. 2013
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