Hará de esto un
par de semanas olí por primera vez el aroma del azahar, y la verdad me pareció
excesiva la premura. ¡Cuánta premura, hay que ver, en estos tiempos para todo!
Premura para responder un correo electrónico, premura para disponer un oficio administrativo
que mayormente viene a ser un desperdicio, premura para comer, premura para
charlar, premura para amar, pero lo que no me esperaba era esta premura en el
azahar. ¿Adónde vas tan aprisa, florecilla de cremosa albura? Será un desliz,
como dicen ahora, ¡ay minúscula lindura, protagonista tantas veces de mi pobre
escritura! Febrero estaba en ciernes. Aquí lo tienes, ya la sientes, retorna la
heladura. Paciencia florecilla, paciencia, ya llegará la primavera y el alza de
la temperatura. Duerme mi niña, duerme. Que no agite tu reposo la prima de
riesgo. Para ti no hay mayor riesgo que el de estar en el punto de mira de un
concejal inepto, que descubra en ti un objeto molesto, quizás colocado en lugar
incorrecto, ¿tú o el concejal? y ordene un desmoche al considerar que es lo más
correcto, ¿para ti o para él? Igualmente corres el riesgo de padecer una plaga
insolente; pulgones, mosca blanca…, o los ácaros de la política, aunque de
estos últimos más que de plaga habría que hablar de tortura.
Ya te digo, yo no
entiendo tu premura, comprendería, ciertamente, que hubieses padecido un
arrebato de locura. Extraño sería lo contrario. Por acá, por allá, y por todo
el vecindario, por abajo, por arriba y por todo el planetario han debido de
arrojar algún componente insano que tiene al personal al borde de la
chifladura.
Pisoteada está
la Ibérica envoltura por la desfachatez y la demencia, mas toca cenar, casi a
diario, con las declaraciones de personajes de alta alcurnia que podrían acarrear problemas de mayor envergadura.
A los bomberos
que no amparan el desahucio perpetrado contra una pobre anciana pretenden
llevarlos ante la Judicatura.
La policía, en
una operación desmedida y jamás leída en esta democracia que más que democracia
es pantomima, irrumpe en los actos del Carnaval en las calles de Cádiz,
supuesta cuna de la Libertad. A diestro y siniestro, con saña y desprecio
golpean con la porra dura. Sin querer precipitarme en mis apreciaciones percibo
que en el ambiente flota ya un cierto tufillo a dictadura.
A la apenina
llanura retorna contento el inimitable Berlusconi, a punto de alcanzar la
prefectura, y así las cosas cabe preguntarse si tal vez sufren de esquizofrenia
o masoquismo los italianos o acaso son asaz vigorosas las madejas de este
esperpéntico caradura.
Por acá, por
allá, y por todo el vecindario, por arriba y por abajo y por todo el
planetario, cualquiera diría que se esfumó la cordura.
28 de febrero
Día de Andalucía. Andaluces levantaos, pedid tierra y libertad, y que se acaben
¡maldita sea! los recortes en Sanidad. Sea por Andalucía libre y la Humanidad.
Pedid tierra y libertad y trabajo pa tu gente y para toda la Humanidad, para
ahora y para siempre, para las generaciones que vendrán, pero con la cabeza
bien alta, sin perder la Dignidad. Y como no sólo de pan viven los pueblos,
para no acabar gobernados por algún tipejo de frenética locura pidamos, por qué
no, más Educación, más Cultura.
¡Ay minúscula
lindura! ahora entiendo tu premura, blanca y verde así tu eres como la bandera
de mi Andalucía pura. Blancos son tus pétalos y verdes las hojas que te
sostienen. Sostennos, diminuta hermosura, para que a esta tierra infamada
regrese la cordura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario