jueves, 28 de febrero de 2013

Premura, locura, cordura


Hará de esto un par de semanas olí por primera vez el aroma del azahar, y la verdad me pareció excesiva la premura. ¡Cuánta premura, hay que ver, en estos tiempos para todo! Premura para responder un correo electrónico, premura para disponer un oficio administrativo que mayormente viene a ser un desperdicio, premura para comer, premura para charlar, premura para amar, pero lo que no me esperaba era esta premura en el azahar. ¿Adónde vas tan aprisa, florecilla de cremosa albura? Será un desliz, como dicen ahora, ¡ay minúscula lindura, protagonista tantas veces de mi pobre escritura! Febrero estaba en ciernes. Aquí lo tienes, ya la sientes, retorna la heladura. Paciencia florecilla, paciencia, ya llegará la primavera y el alza de la temperatura. Duerme mi niña, duerme. Que no agite tu reposo la prima de riesgo. Para ti no hay mayor riesgo que el de estar en el punto de mira de un concejal inepto, que descubra en ti un objeto molesto, quizás colocado en lugar incorrecto, ¿tú o el concejal? y ordene un desmoche al considerar que es lo más correcto, ¿para ti o para él? Igualmente corres el riesgo de padecer una plaga insolente; pulgones, mosca blanca…, o los ácaros de la política, aunque de estos últimos más que de plaga habría que hablar de tortura. 
Ya te digo, yo no entiendo tu premura, comprendería, ciertamente, que hubieses padecido un arrebato de locura. Extraño sería lo contrario. Por acá, por allá, y por todo el vecindario, por abajo, por arriba y por todo el planetario han debido de arrojar algún componente insano que tiene al personal al borde de la chifladura.
Pisoteada está la Ibérica envoltura por la desfachatez y la demencia, mas toca cenar, casi a diario, con las declaraciones de personajes de alta alcurnia que podrían acarrear problemas de mayor envergadura.
A los bomberos que no amparan el desahucio perpetrado contra una pobre anciana pretenden llevarlos ante la Judicatura.
La policía, en una operación desmedida y jamás leída en esta democracia que más que democracia es pantomima, irrumpe en los actos del Carnaval en las calles de Cádiz, supuesta cuna de la Libertad. A diestro y siniestro, con saña y desprecio golpean con la porra dura. Sin querer precipitarme en mis apreciaciones percibo que en el ambiente flota ya un cierto tufillo a dictadura.
A la apenina llanura retorna contento el inimitable Berlusconi, a punto de alcanzar la prefectura, y así las cosas cabe preguntarse si tal vez sufren de esquizofrenia o masoquismo los italianos o acaso son asaz vigorosas las madejas de este esperpéntico caradura.
Por acá, por allá, y por todo el vecindario, por arriba y por abajo y por todo el planetario, cualquiera diría que se esfumó la cordura.
28 de febrero Día de Andalucía. Andaluces levantaos, pedid tierra y libertad, y que se acaben ¡maldita sea! los recortes en Sanidad. Sea por Andalucía libre y la Humanidad. Pedid tierra y libertad y trabajo pa tu gente y para toda la Humanidad, para ahora y para siempre, para las generaciones que vendrán, pero con la cabeza bien alta, sin perder la Dignidad. Y como no sólo de pan viven los pueblos, para no acabar gobernados por algún tipejo de frenética locura pidamos, por qué no, más Educación, más Cultura.
¡Ay minúscula lindura! ahora entiendo tu premura, blanca y verde así tu eres como la bandera de mi Andalucía pura. Blancos son tus pétalos y verdes las hojas que te sostienen. Sostennos, diminuta hermosura, para que a esta tierra infamada regrese la cordura.  


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