miércoles, 18 de abril de 2012

El Señor de Sipán

El Señor de Sipán ha llegado a Cádiz. En la Cárcel Real lo podrás encontrar. Casa de Iberoamérica la vienen ahora a llamar. Son eufemismos propios, pamplinas, de estos que nos quieren gobernar.
Aventúrate, ve despacio, adéntrate por los laberintos de esta casa museo y muestra respeto, el mismo que mostrarías al entrar en un templo religioso o en otro lugar de culto de tu cultura occidental. Aparca tu chovinismo, hay un lugar acondicionado, justo antes de entrar en la Cárcel Real, para el parqueo de motos, y después déjate llevar por el Señor de Sipán, que ha llegado a Cádiz para manifestarnos cara a cara que el eurocentrismo es un mal despreciable que hemos de erradicar.
El Señor de Sipán ha llegado a Cádiz, con toda su cohorte de arte y ajuares. Vasijas, botellas, pulseras, collares…, y un sinfín de beldades en su equipaje.
Balbo el menor le da la bienvenida desde el Teatro Romano, y Hércules, nuestro señor, desde su atolón, sonríe bravucón, es simpático el muchacho.
Lucio Junio Moderato Columela quiere departir con vuecencia en Casa Manteca. Tendrá a bien preguntarle cómo se las ingenian en su tierra patria para manufacturar esos objetos con tanto primor y destreza.
Canio Rufo quiere dedicarle un poema y a Publio Rutilio Simtrofo le agradaría mucho llevarle a dar una vueltecita gaditana. Le enseñará el muelle, antaño uno de los más ricos de Hispania y hoy más exánime que su graciosa majestad imperial. Pero véngase arriba, no se me achante, que aún hay más. Estoy seguro que nuestro amigo Rutilio le mostrará el antiguo puerto fenicio, hoy más conocido por La Caleta, cuando toca bajamar es un tesoro excepcional. Y finalmente Fabio Rufino le invitará a una copita y unas tapas en la Casa Consistorial, pues él fue duunviro principal de Gades en los tiempos aquellos de la Roma Imperial.
Una lección de historia de la mano de culturas ancestrales viene a traernos el Señor de Sipán. Es cierto que hallarás algunos aspectos execrables, pero no es menos cierto que no hace mucho tiempo por estos lares se cometieron actos absolutamente detestables; cadalsos, hogueras, torturas infames, atroces asesinatos y condenas brutales, y todos ellos con la excusa de mandatos celestiales.
Procedente del siglo III de nuestra era, cuando allá por Germania y Britania no había más que chozas, gentes bárbaras y poco más, el Señor de Sipán emerge en el siglo XX, y viene a visitarnos en el XXI para relatarnos episodios de la Cultura Mochica, una sociedad sólidamente jerarquizada y perfectamente organizada. Por suerte Ángela Merkel aún no había nacido, de lo contrario del altiplano peruano no sé qué hubiera sido.
Y quiere el Señor de Sipán que sepamos que de la tierra americana llegaron tomates, patatas, hortalizas por pares y el cacao, o sea que sin él hoy las cafeterías no podrían ofrecer churros con chocolate.
Y que no se enojen puerilmente, con ardores patrióticos, gobierno y multinacionales, pongamos por ejemplo Repsol-YPF, pues de aquellas tierras americanas llegaron, por expolio, oro, plata y otros recursos naturales por cientos y millares.
Guárdese Señor de Sipán, y proteja a sus especies amenazadas, que acá tenemos un rey que gustar de cazar, impunemente, todo animal en vías de extinción. Recójase y cuídese sus caderas, que igual si se la rompe habrá de ser larga la espera para una implantación, mientras para este tipo del que le hablo siempre habrá una muy pronta solución.
Y yo le comunico a Iberia toda que el Señor de Sipán ha llegado a Cádiz, pues los medios estatales desprecian, manipulan u olvidan todo cuanto aquí sucede. ¿Qué habría sucedido de acontecer este evento en otras capitales? Esas que siempre están en telediarios y titulares. Pero no, no ha sido así, y esta vez el Señor de Sipán ha querido acercarse a Cádiz, donde no se siente extraño, ya que tuvo esta plaza con su América natal estrechos lazos comerciales y familiares. Y siendo así tengamos a bien ofrecerle nuestra hospitalidad y afecto y una copla en su honor para los próximos Carnavales. 


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