Son de piedra y no se notan
las murallitas de Cádiz.
Son de piedra y dan cobijo
a cangrejos y burgaillos.
Ponte las chanclas chiquillo,
¡vámonos ya! a La Caleta,
bien temprano, quiero llegar.
¿Dónde vas con tanta bulla?
marisco no te quitarán.
Temo que poco quedará.
No es marisco, es otra cosa,
lo que hoy vengo a rebuscar.
Entre sueños, un romano,
me ha venido a relatar,
donde se encuentra un tesoro
de hermosura singular.
¡Un tesoro! ¡ojú! ¡Venga ya!
No me seas pirata primo.
Chungo, ya te veo delirar.
¡Aligera, corre, picha!
el primero quiero llegar.
¡Pues vete tú, carajote!
¡qué jartible, déjame ya!
El tesoro allí me espera.
Allá tú, te lo perderás.
Contemplaré La Caleta,
Castillo de San Sebastián,
mientras el alba me dona
esta sin igual bajamar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario