viernes, 27 de agosto de 2010

BÉLGICA VERANO 2010

Ayuntamiento de Lovaina (Bélgica)

A MODO DE INTRODUCCIÓN

Cuando tomamos la decisión de viajar a Bélgica, días y semanas después nos vimos invadidos por la incertidumbre. Siempre nos gusta comprar alguna guía de viaje para orientarnos e informarnos sobre el destino elegido, para después, también conservarlo como recuerdo del viaje realizado y como material de ayuda por si algún amigo/a lo necesitara. Somos conscientes de que hoy en día en Internet se encuentra muchísima información, foros y demás webs de viajes que hacen totalmente prescindibles este tipo de compras, pero nosotros somos unos fervientes enamorados de los libros y no nos importa que ellos proporcionen confortabilidad y calidez a nuestra casa. Pero cuando fuimos a nuestra librería habitual nos encontramos con la sorpresa de que no había nada sobre Bélgica. ¿Cómo puede ser esto, adónde vamos a ir en verano? Por suerte en la biblioteca pública de Cádiz encontramos varios manuales de referencia que nos ayudaron, tras su minuciosa lectura, a aclararnos las dudas. Siempre nos agrada jugar con el factor sorpresa, no empaparnos en demasía sobre el destino, ver las menos fotos posibles, informarnos para organizar el programa de viaje pero sin ir mucho más allá. Así es que al llegar a Bélgica nos hemos encontrado con la gratísima sorpresa de haber podido disfrutar de un país repleto de encantos, de lugares de los que no querrías irte jamás, por más lluvia que caiga sobre esas verdes praderas, esos frondosos bosques, llenos de magia y misterio, por sus caminos y canales fotogénicos. Bélgica es un país bellísimo queridos/as amigos/as, absolutamente recomendable para disfrutar de unas deliciosas vacaciones. Pero también es un país muy peculiar, no sé si sería lo más correcto llamarlo país y tampoco sé cuántos años más durará como tal, ya que es un “estado”, o suma de estados, absolutamente fragmentado. Un país con tres lenguas oficiales; neerlandés, en Flandes, francés, en la región de Valonia, y alemán, en un sector del territorio belga muy reducido y por último está Bruselas, capital de Europa, en la que se practica el bilingüismo; francés y neerlandés. Podríamos decir que es una federación de estados independientes cada uno con sus propias leyes, costumbres…, y como nexo de unión está la monarquía, cada día más cuestionada. Todo ello, por otra parte, le imprime una riqueza notable, además resulta un tanto divertido y curioso cuando andas por esas tierras tan cargadas de historia y sufrimiento. Por determinadas zonas del país el GPS puede cambiar el nombre de la localidad, del neerlandés al francés, al menos cinco o seis veces en cuestión de pocos minutos, dependiendo de la comuna o municipio por el que circules. Esto daría para varios folios, pero tampoco os quiero cansar, y por otra parte tampoco deseo emitir juicios de valor o realizar comentarios al respecto sin tener una sólida información bien documentada sobre los orígenes y motivos de esta situación. Los pueblos han de ser libres para elegir su destino sin la intromisión de terceros interesados, por ello nadie mejor que los belgas para decidir su futuro y opinar sobre el país en el que viven.
Bélgica, asimismo, es un país ideal para transitarlo y descubrirlo en coche. Sus autopistas son gratuitas, no se paga peaje en todo el Benelux; Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Todas ellas, las autopistas, están iluminadas, así como las carreteras secundarias. La señalización de las carreteras es estupenda, así como el estado de conservación y asfaltado, a pesar de las inclemencias del tiempo por estas latitudes. Eso sí, en julio y agosto tenéis que contar con la posibilidad de obras en varios tramos de la red de carreteras, por aquello de aprovechar la mayor bonanza de la climatología, lo que provoca algunos embotellamientos puntuales, principalmente en los alrededores de Bruselas y en la autopista dirección Brujas. Por lo demás es una gozada circular por estos lares. Aparcar en sus ciudades tampoco es excesivamente complicado ni caro. En ciudades tan importantes como Amberes, os puedo decir que nos resultó más barato aparcar en zona azul que lo que nos cuesta aparcar en Cádiz, además sin las limitaciones de dos horas.
Pero sin duda alguna la forma más divertida y sana de conocer este país y sus vecinos confederados es en bicicleta, tal es la densidad y magnífico estado de su red de caminos y carriles bici. Además tendréis la ventaja de que apenas encontraréis pendientes que os hagan forzar mucho el esqueleto, por algo se les conoce como Países Bajos.
Lo hagáis como lo hagáis Bélgica es un destino ideal de vacaciones o escapadas románticas, eso sí no os olvidéis el paraguas y el chubasquero.

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