viernes, 10 de octubre de 2008

DE RUTA POR EL NORTE DE ITALIA


Capítulo X


Viernes 15 de agosto

Lago Maggiore e Milano.


Stresa (Lago Maggiore)

De lago a lago y tiro porque me toca, pero esta vez para disfrutar de estas bellezas de la naturaleza a plena luz del día. Il venerdì 15 fue otro de los días elegidos para pegarnos la pechá de kilómetros. En concreto entre la bella Bérgamo y Stresa, en el Lago Maggiore, nos separaban alrededor de 140 kms. que en horas resultaron ser casi dos horas de recorrido, si bien resultaron cómodas y agradables escuchando las distintas emisoras de radio italianas que iban cambiando de dial según nos trasladábamos; Radio Birikina, Radio Zeta, Radio Cuore…, todas dedicadas sólo a música italiana que, a fin de cuentas, era lo que nosotros deseábamos escuchar, ahora estábamos en Italia, pues música italiana es lo que tocaba escuchar. Por otra parte, siempre encontramos por el camino, en todo momento por autostrada, los ya famosos AUTOGRILLS que nos refrescaban y nos alegraban la vista por el amplio surtido que los mismos ofrecen. El primer tramo fue la autostrada Venezia-Milano, para después seguir por la Milano-Turín, en total esa mañana cruzamos dos regiones; la Lombardía y el Piamonte. La mañana estaba muy bonita. Tengo que decir para que no se me olvide y también se tenga en cuenta para quien opte por la opción de alquilar un coche en la Bella Italia, creo que una de las mejores opciones, que nosotros por autopista nos encontramos con tráfico intenso, si bien fluido y ordenado, al menos por estas autostradas del norte, y además a cualquiera de las horas que estuvimos circulando por ellas; bastantes y en horarios muy diversos. Recuerdo la mañana que más madrugamos, la del día 17, cuán sorprendidos nos quedamos al ver cómo estaba la autopista a las 7:15 horas. Verdaderamente increíble. Quiero decir también, sobre todo para aquellos a los que les gusta exagerar demasiado sobre las cosas, situaciones y experiencias vividas cuando se sale de las fronteras de España que, contrariamente a lo que muchos opinan, las autopistas italianas no son caras, más aún teniendo en cuenta que estábamos en el norte, donde es más cara la vida, y teniendo en cuenta también la calidad que las mismas ofrecen en muchos aspectos. Queda dicho. Tampoco quiero dejar en el tintero, ahora que hablamos de cuestiones de cartera, que el coste de la vida por estas tierras lombardas tampoco es caro, no sufres desagradables atracos al bolsillo, perfectamente puedes hacer en cualquier momento una sosta para tomar un café, para disfrutar de un rico gelato, para comprar recuerdos, adquirir productos en un supermercato…, todo lo cual hace el viaje y la estancia en Italia aún más agradable y entrañable.
Bien, volvamos al relato del viernes 15 y de nuestra visita al Lago Maggiore que, curiosamente, no es el lago mayor de la península itálica, el lago mayor en extensión es el Lago di Garda. Sobre las doce y media llegamos a Stresa, una de las localidades más importantes del maravilloso Lago Maggiore. Poco antes de tomar el desvío hacia el Lago Maggiore son casi continuos los larguísimos túneles, la salida de cada uno de ellos es pletórica, con paisajes que te dejan boquiabiertos, y una vez que sales de la autostrada es el súmmum; carreteras que son una delicia transitarlas, envueltas todas ellas de frondosos bosques, de panorámicas sublimes, y cuando estás a punto de llegar a Stresa es el non plus ultra. Por el camino son numerosos los miradores, no quiero ni imaginar lo que aquí se liaría si no los hubiera, la naturaleza te pide a gritos que pares el motor, te bajes del coche, y con los ojos muy abiertos para recibir todo lo que ella te ofrece, te detengas a contemplar la portentosa belleza del paisaje, del lago y las montañas que lo rodean. Es una pasada, además el cielo de esa mattina estaba para grabarlo con doble contraseña en el disco duro de nuestra memoria, porque de verdad, sin temor a exagerar, lo de esa mattina era una pasada total ¡qué maravilla! Pues nada mis queridos amigos, lo dejo aquí por ahora pues me tengo que marchar a comprar algunas cosas, además he disfrutado tanto escribiendo todo esto, como si lo estuviera volviendo a vivir que quiero pararme aquí para saborearlo profundamente.


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