viernes, 10 de octubre de 2008

DE RUTA POR EL NORTE DE ITALIA


Capítulo IX


Jueves 14 de agosto. Desenzano del Garda


Y del Castelvecchio de Verona al coche, para seguir la ruta por la autostrada camino de Desenzano del Garda.Antes paramos en un AUTOGRILL, la empresa multinacional que gestiona y controla buena parte de las áreas de descanso de las autopistas del norte de Italia, desconozco cómo será en el resto del paese. Tras la breve sosta nos dirigimos hacia Desenzano, pero en nuestro camino se cruzó un centro comercial con buena pinta, y como estábamos necesitados de vituallas decidimos hacer otra parada. Entre una y otra sosta nos dieron más de las nueve, la noche se presentaba fresca, pues desde que llegamos al Castelvecchio en Verona no dejó no llover, y ese frescor nos dio energías para seguir descubriendo más lugares en nuestra ruta ¡nos esperaba Desenzano!. Aparcamos el coche en la Via Garibaldi, a pocos minutos del centro de la hermosa Villa del lago di Garda. Con este adjetivo ya habréis adivinado que si os acercáis a esta piccola città no os iréis defraudados. Desenzano es realmente bonita y encantadora. Muy cómoda para visitarla, descubrirla, pasear por sus calles, su paseo junto al lago. Además para mayor fortuna nuestra la temperatura era sumamente agradable, ¿quién puede pedir más? Desde Via Garibaldi nos encaminamos hacia Via Castello, a medio camino nos dio la bienvenida una coqueta piazza, situada junto al Castello, bellísimo recinto fortificado de los siglos XV y XVI, desde el cual, a buen seguro, de día se puede disfrutar de una vista espectacular del lago. Su plaza de armas se utiliza en verano como sugerente cine al aria libera. Los alrededores del Castello también son muy sugestivos y acogedores, tan acogedor como la bellísima piazza que se encuentra junto al puerto deportivo; la bellísima piazza porticada Caduti del lavoro, llena de plácidas terrazas para sentarse relajado a tomar una copa, un café … mientras se contempla el lago. Nuestra opción, debido a lo avanzado de la notte, fue seguir descubriendo la ciudad con una apacible passeggiata. Nos dirigimos al puerto, donde los cisnes y los patos embellecían aún más ese hermoso lugar, seguimos por el paseo junto al lago; Paseo Matteotti y después, rodeando las calles adyacentes, volvimos a la bella piazza para regresar por donde habíamos llegado. A pesar de la hora, aún se encontraban muchos comercios abiertos, muchas personas paseando tranquilamente, verdaderamente todo en un ambiente muy relajado. ¡Oh, qué gozada! Si bien Desenzano no se encontraba dentro de las rutas turísticas es un lugar sumamente encantador, tal vez por ello no haya perdido su encanto, pero si vais por el lago di Garda no os lo penséis mucho y visitadla, merece mucho la pena desplazarse hasta ella.

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