Capítulo XV
Domingo 17 de agosto
Ferrara, Vicenza, Sirmione
Prossima fermata; Ferrara, para disfrutar del día de mi 41 cumpleaños en esta bonita ciudad italiana. Precisamente este fue el día que recorrimos más kilómetros de nuestra ruta por el norte de Italia. Sólo este día nos metimos entre pecho y espalda más de 600 kilómetros, cruzando dos regiones; de la Lombardía a la Emilia-Romagna. Para empezar, entre Bérgamo y Ferrara hay una distancia de 229 kms. No dicen que el día de tu cumpleaños es para descansar y tomarlo relajadamente, pues toma castaña; ¡más kilómetros que ningún otro día! Eso sí, fue un regalo recibido con sumo agrado, tal vez uno de los mejores regalos de cumpleaños, disfrutarlo en otro país, con otra cultura y en ciudades que jamás has visto, ni sabes cuándo volverás a ver. Ferrara es una de ellas. Ferrara, llamada muy justamente la ciudad de las bicicletas. Si en Cremona te marchas con la plácida sensación de haberte recreado de una ciudad que disfrutan sus ciudadanos circulando en bicicleta, Ferrara es el súmmum de todas las buenas vibraciones que nos transmite este vehículo. Es una ciudad que parece se hubiera hecho a medida de las bicicletas, lógicamente esto no es así, porque esta es una ciudad antiquísima, tanto que cuando se planificó su primer PGOU ni tan siquiera estaba el proyecto para hacer la primera bicicleta. Ma ¡oh! fare una passeggiata per qui è tutta una delizia. Ferrara es hermosa, deliciosa. Os cuento, nada más vas entrando, al contrario de lo sucedido en Pavia, la impresión que vas recibiendo es muy grata; calles arboladas, gente circulando en bici, otras paseando plácidamente, no sé, muy distinto. Tuvimos muy claro, desde que comenzamos a entrar por esta città, que nosotros queríamos disfrutar todo eso. Aparcamos el coche en el Corso Vittorio Veneto, y os lo recomiendo vivamente, primero porque no tendréis que pagar por aparcar el coche, segundo porque son calles llenas de altísimos árboles que mantienen al coche en sombra, lo cual agradeceréis mucho a la vuelta, y tercero porque andando está relativamente cerca del centro. En resumen; ideal. Desde allí fuimos al encuentro, siguiendo las indicaciones del plano que llevábamos, de la Via Garibaldi. La Via Garibaldi, bonita calle peatonal, os llevará directo hasta la Piazza della Repubblica. Poco antes de llegar aquí, sin saliros de Via Garibaldi, entramos en un piccolo supermercato de la cadena Conad, donde compramos algunas vituallas para la comida y un cd de canzioni infantili in italiano como curiosidad y en busca de que los desplazamientos en coche para nuestro hijo fueran algo más animados y consiguieran que se relajase un poco.
De aquí a la Piazza del Municipio dos pasos, hermosa plaza esta donde se encuentra, además, un mercado de libros antiguos, cuadros y láminas, pero, sobretodo, es la piazza donde podéis admirar el Palazzo Comunale, bello edificio construido entre los siglos XIII y XIV. Tiene una hermosa escalera abovedada, de estilo renacentista, rematada por un arco románico, a su lado la puerta que da acceso a otra hermosa e inmensa piazza, la del Duomo. El bellísimo Duomo de Ferrara está considerado como una de las catedrales más hermosas del norte de Italia. Se comenzó a construir en el siglo XII y se terminó en el XVI, con lo cual podéis observar en ella varios estilos arquitectónicos, si bien todos muy bien acoplados. Fue esta una de las catedrales que más sufrió los bombardeos de la segunda guerra mundial, sobre todo la cara sur de la misma, reconstruida años después usando elementos originales. Merece la pena que le dediquéis a esta hermosa catedral algo más de tiempo, tanto al exterior como al interior de la misma.
Salimos de la Catedral por la Piazza Trento Trieste para dirigirnos hacia la Via Mazzini, sabíamos que había otras calles tal vez más interesantes, pero por esta en concreto teníamos la intención de conocer la Sinagoga y parte del antiguo guetto. Finalmente la Sinagoga, como era de esperar, no la pudimos visitar, se encontraba cerrada y sin posibilidades de acceder a ella en otro momento del día, en todo caso la calle ofrecía casas de bellas fachadas y daba idea de ser mucho más animada en días laborales. Como el hambre apretaba, regresamos por donde habíamos venido para volver a la Piazza Trento Trieste donde comimos en el MacDonald que se encuentra justo enfrente del ala sur del Duomo. Comprendo que no es el sitio más recomendable para añadir a una guía de viaje, pero también tendréis que comprender que cuando te encuentras en una ciudad que desconoces, además en domingo, y por añadidura con un niño, no vas a caer en el riesgo de entrar en un lugar más chip, para que te saquen de tu cartera lo que no tienes y además termines comiendo mal. De viaje hay que intentar ser lo más práctico posible.
Seguidamente, una vez saciada el hambre, fuimos en busca del famoso Castello de Ferrara, sin duda el monumento más emblemático de esta hermosa città. El Paseo hasta el Castello es muy agradable, cercado, por donde mires, de bellísimas construcciones, el Duomo a tu derecha, la Porta Reno a tu espalda, el Palazzo Comunale a la izquierda y allá, no muy lejos, el monumento levantado en honor a Savonarola, maldita falta le hace, dándonos la bienvenida al Castello. El Castello, construido en el siglo XIV, está considerado como uno de los castillos más bellos de Italia, además totalmente integrado en la ciudad. Rodeado por un impresionante foso en el que habitan colosales carpas, con lo cual podréis adivinar que no es un foso de aguas estancadas y pestilentes, el mismo se surte, a través de canales subterráneos, de las aguas de río que se encuentra en las afueras de la ciudad. Deteneros a admirar un buen rato la bella imagen que ofrece el Castello rodeado por las aguas del foso, las fuentes del mismo y al fondo el Duomo, la imagen es muy hermosa, para guardarla en la retina de la memoria.
A continuación tomamos por el agradable Viale Cavour, la avenida de circunvalación más importante de Ferrara, que nos llevó hasta donde teníamos aparcado el coche.
De aquí a la Piazza del Municipio dos pasos, hermosa plaza esta donde se encuentra, además, un mercado de libros antiguos, cuadros y láminas, pero, sobretodo, es la piazza donde podéis admirar el Palazzo Comunale, bello edificio construido entre los siglos XIII y XIV. Tiene una hermosa escalera abovedada, de estilo renacentista, rematada por un arco románico, a su lado la puerta que da acceso a otra hermosa e inmensa piazza, la del Duomo. El bellísimo Duomo de Ferrara está considerado como una de las catedrales más hermosas del norte de Italia. Se comenzó a construir en el siglo XII y se terminó en el XVI, con lo cual podéis observar en ella varios estilos arquitectónicos, si bien todos muy bien acoplados. Fue esta una de las catedrales que más sufrió los bombardeos de la segunda guerra mundial, sobre todo la cara sur de la misma, reconstruida años después usando elementos originales. Merece la pena que le dediquéis a esta hermosa catedral algo más de tiempo, tanto al exterior como al interior de la misma.
Salimos de la Catedral por la Piazza Trento Trieste para dirigirnos hacia la Via Mazzini, sabíamos que había otras calles tal vez más interesantes, pero por esta en concreto teníamos la intención de conocer la Sinagoga y parte del antiguo guetto. Finalmente la Sinagoga, como era de esperar, no la pudimos visitar, se encontraba cerrada y sin posibilidades de acceder a ella en otro momento del día, en todo caso la calle ofrecía casas de bellas fachadas y daba idea de ser mucho más animada en días laborales. Como el hambre apretaba, regresamos por donde habíamos venido para volver a la Piazza Trento Trieste donde comimos en el MacDonald que se encuentra justo enfrente del ala sur del Duomo. Comprendo que no es el sitio más recomendable para añadir a una guía de viaje, pero también tendréis que comprender que cuando te encuentras en una ciudad que desconoces, además en domingo, y por añadidura con un niño, no vas a caer en el riesgo de entrar en un lugar más chip, para que te saquen de tu cartera lo que no tienes y además termines comiendo mal. De viaje hay que intentar ser lo más práctico posible.
Seguidamente, una vez saciada el hambre, fuimos en busca del famoso Castello de Ferrara, sin duda el monumento más emblemático de esta hermosa città. El Paseo hasta el Castello es muy agradable, cercado, por donde mires, de bellísimas construcciones, el Duomo a tu derecha, la Porta Reno a tu espalda, el Palazzo Comunale a la izquierda y allá, no muy lejos, el monumento levantado en honor a Savonarola, maldita falta le hace, dándonos la bienvenida al Castello. El Castello, construido en el siglo XIV, está considerado como uno de los castillos más bellos de Italia, además totalmente integrado en la ciudad. Rodeado por un impresionante foso en el que habitan colosales carpas, con lo cual podréis adivinar que no es un foso de aguas estancadas y pestilentes, el mismo se surte, a través de canales subterráneos, de las aguas de río que se encuentra en las afueras de la ciudad. Deteneros a admirar un buen rato la bella imagen que ofrece el Castello rodeado por las aguas del foso, las fuentes del mismo y al fondo el Duomo, la imagen es muy hermosa, para guardarla en la retina de la memoria.
A continuación tomamos por el agradable Viale Cavour, la avenida de circunvalación más importante de Ferrara, que nos llevó hasta donde teníamos aparcado el coche.
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