viernes, 26 de septiembre de 2008

DE RUTA POR EL NORTE DE ITALIA




Capítulo IV


Y en dirección contraria la Città Bassa, si seguís hacia abajo, una vez pasada la Fontana del Delfino, tomando la Via G. Verdi que se encuentra justo enfrente de una bonita iglesia barroca, la cual recomiendo visitar, en pocos minutos estaréis en el mismo centro de la ciudad baja. Con lo cual, como podéis ver, la situación de los apartamentos no puede ser mejor.

Martes 12 agosto de 2008

Nuestro segundo día por la Lombardía lo dedicamos para conocer con más detenimiento la ciudad que nos daba cobijo. Città que desde el primer momento nos causó muy buena impresión, y que según fueron pasando las horas no hizo más que confirmar nuestras mejores sospechas.

Bérgamo es una hermosísima ciudad, capital de la provincia del mismo nombre, con una añeja historia, de muchas civilizaciones y culturas que la enriquecieron y la embellecieron, y eso se nota a cada paso que das por ella. Una ciudad plácida y acogedora. De dimensiones muy humanas, sobria, monumental, ordenada y limpia. A medio camino entre Milano y Brescia, entre el Piamonte y el Veneto. Inmejorablemente emplazada, a poco más de 40 minutos de la capital regional y a poco más de dos horas de la Serenissima. ¿Quién puede pedir, quién puede dar más?

Lo mejor para comenzar la visita, si se sube por Via Pignolo, es entrar por la Porta de San Agostino. Por el camino os iréis encontrando con la hermosa estampa de la puerta renacentista y los baluartes defensivos de la ciudad, enmarcados por un paisaje muy hermoso. Tras pasar la Porta de San Agostino, a la derecha os encontráis con la Piazza e Giardini de San Agostino. Desde aquí podréis disfrutar más pausadamente de la hermosa estructura del recinto amurallado, de las preciosas vistas de la ciudad baja así como de las praderas, montes y bosques circundantes. El comienzo no podía ser mejor, además para mayor deleite de los sentidos la mattina nos recibía con un cielo encapotado que venía a realzar el verdor de la pradera y la arboleda y el olor de la hierba húmeda tras la llovizna de la aurora.

Tras dejar atrás el Parco de San Agostino nos encaminamos hacia la Vecchia città tomando la Via Porta Dipinta, en dirección hacia la Piazza del Mercato delle Scarpe. Por el camino recomiendo la visita a una pequeña y hermosa iglesia que no suele aparecer en las guías de turismo, de la cual no recuerdo ahora mismo su nombre, pero que tiene unos frescos del siglo IX, que necesitarían algo de más atención y cuidado por parte de las autoridades responsables.

En la coqueta Piazza del Mercato delle Scarpe, muy cerca de la Biblioteca Municipale se encuentra la pasticceria Cavour, tutta una delicia, por sus dolci, sus pizzas a taglio y otras ricas vituallas que en la misma se dispensan. Y además todo ello de elaborazione artigianale. Recordad; Pasticceria Cavour en Via Gombito, no os defraudará. Y al lado de ella la bonita Via alla Mura, que como su nombre indica os llevará hacia la Roca, los restos del Castello que se alza sobre la colina.

Con las pilas recargadas tomamos dirección Via Donizetti para dirigirnos hacia nuestro primer punto de interés; la Basílica Santa María Maggiore, esplendida joya del renacimiento lombardo. El paseo por estas calles es toda una gozada. Las paradas son continuas; para contemplar las portada de una hermosa casa, los detalles de una ventana, una placa conmemorativa, las panorámicas de la ciudad baja, hasta finalmente llegar a la Basílica, donde toca relajarse para deleitarse con paciencia y gozo de tan formidable despliegue de arte. Pienso que en las guías de turismo y arte de Italia esta basílica debería de ocupar un lugar más notable, pero en un país con tantas joyas arquitectónicas no es fácil.

Y después del atracón de arte no era mala hora para darse un homenaje con un rico gelato, como así hicimos en la Piazza Mascheroni, en concreto en la Gelateria Cherubino, donde te atienden muy amablemente unas simpáticas dependientas. Tras la sosta del gelato continuamos nuestra ruta bergamasca por la Via Colleoni en dirección hacia la Piazza Vecchia, hermosa como pocas, otra de las joyas de esta ciudad. Esta Piazza fue la elegida para reponer fuerzas con unas pizzas a taglio y de camino aprovechar para descansar y con el descanso gozar de la visión de esta joya. La Piazza se encuentra engalanada en el centro de la misma por una hermosa fontana de mármol, de estilo veneciano, regalo a la città de Alvise Contarini, que recuerda a veces a la fuente de los leones de la Alhambra. Toda ella es hermosa la mires por donde la mires; el Palazzo de la Ragione o Campanone, donde cada noche a las diez tocan las campanas para recordar el toque de queda. La Torre Cívica, el Domus Suardorum, toda ella es un placer para los sentidos. Os animo a que lavéis vuestras manos en la fontana, para disfrutar de la frialdad de su agua.

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