viernes, 19 de septiembre de 2008

DE RUTA POR EL NORTE DE ITALIA



Capítulo III

Y llegó el día, lunes 11 de agosto, para tomar el vuelo en la Terminal 4 de Barajas-Madrid que nos llevaría hasta el norte de Italia, en concreto hacia el aeropuerto Malpensa-Milán. Cargados como siempre de maletas y nervios nos dirigimos hacia el aparcamiento de la T4. Aunque los más expertos viajeros ya conocen bien lo que voy a decir, nunca está de más volver a repetir que siempre que podáis intentar dejar vuestro coche en el aparcamiento de larga estancia, es el que queda más lejos de la T4, con lo cual tendréis que coger primero el microbus gratuito del susodicho aparcamiento y después, en la terminal que os bajéis, volver a tomar otro micro para llegar a la 4. En esta ocasión nosotros no pudimos conseguir plaza en el aparca de larga estancia, agosto y todo completo. Con lo cual lo mejor es que reservéis con bastante tiempo de antelación.
Una vez dicho esto, y tras disfrutar de un vuelo muy cómodo y puntual, llegamos a Malpensa sobre las 18:30, recogimos el equipaje y nos fuimos hacia l’ufficio de Avis, con los cuales habíamos reservado un coche on-line. Sobre esto me gustaría hacer aquí otro breve inciso; la cantidad que finalmente firmaréis en persona en la oficina de Avis nada tendrá que ver con la visteis en la reserva on-line, pero absolutamente nada que ver. Incluso os puedo decir que la diferencia puede ser de más de 150€ o más. Eso sí, también os podéis arriesgar a no contratar el seguro contra daños y robos, pero prepararos si al coche le pasa algo; arañazos, rozaduras, bolladuras… os lo harán pagar bastante caro, con lo cual, si bien, ya os digo, la cifra a pagar será bastante más elevada que la contratada on-line, lo mejor es ir con paso firme y seguro y, valga la redundancia, contratar el citado seguro.
Bueno, y pasemos ya a lo que realmente importa, el comienzo de nuestra ruta y feliz estancia en el norte de Italia. Nuestros primeros “pasos” los dimos en la autopista Milano-Venezia, atestadita de coches, con cinco y hasta seis carriles para cada sentido en varios tramos de la autostrada, lo normal viene a ser tres o cuatro carriles para cada sentido, en autopistas muy bien cuidadas, de tráfico intenso, ya os digo, a cualquier hora del día y de la noche, pero ordenado, sin sobresaltos y con unas magníficas áreas de descanso, los AUTOGRILLS, y no es por hacer publicidad, es que son los que más abundan y además agradeces encontrártelos con tanta frecuencia y tan bien surtidos. En mi caso me sirvieron no pocas veces, cuando Morfeo se adueñaba de mí, para recargar pilas y seguir adelante rumbo a Bérgamo tras los muchos kilómetros recorridos un día sí y el otro también.
Bérgamo, hacia allá nos encaminábamos, con muchas ganas de llegar, conocer los apartamentos, dejar las maletas, lavarnos, descansar un poco y adelante, al coche otra vez en busca de un supermercado en el que surtirnos de las primeras vituallas. Os aviso que en la zona donde se encontraban nuestros apartamentos, la Via Pignolo, y teniendo en cuenta que estábamos a las puertas de Ferragosto, no había ningún supermercato, ni ningún otro comercio para surtirnos de las cosas más necesarias. Pero en coche, a escasos minutos en dirección oeste tomando la Via Masone y dentro de la Città Bassa, se llega a un supermercado, no recuerdo ahora mismo su nombre, en el que se encuentra todo lo necesario.
El barrio donde se encontraban nuestros apartamentos es un barrio añejo, el típico barrio viejo y lleno de encanto de las bellas ciudades del norte de Italia, de altas fincas, muros sólidos, ajados, en muchos casos. Muy bien situado, tanto que se encuentra, según se sube la calle, a escasos minutos de una de las puertas de entrada a la Cittá Alta, la Porta de San Agostino.

No hay comentarios: