Encontrarme
con Pepa Fernández y con ese maravilloso grupo de personas que forman la Asociación Amigas al Sur ha sido una de
las experiencias más gratificantes en este camino de PALABRAS A TIEMPO. Conocerlas allí donde cocinan a diario
amaneceres ha supuesto una lección de vida que me hace sentir un ser
privilegiado. Un aprendizaje que no podré olvidar fácilmente.
Departir,
compartir con Pepa anhelos, inquietudes, incertidumbres…, es recibir abrazos de
esperanza, alientos de tenacidad, besos de voluntad. ¡Gracias Pepa!
Y
allí están ellas y ellos, las Amigas al Sur, en el Cerro del Moro, un barrio al
sur del sur de Cádiz, sin ningún tipo de ayuda institucional ayudando al que no
tiene. Ofreciéndole empujones de coraje al que come cada día del caldo de la
depresión, del paro y, a veces, de la apatía. Pero para seguir disipando con
sus aromas de buena cocina la niebla opresiva que nos atenaza necesitan ayuda,
compañía, solidaridad. Por eso os agradezco tanto y tanto, queridos/as compañeros/as y amigos/as, vuestra participación, vuestra generosidad, vuestra ilusión para con
este proyecto y que finalmente decidiéramos que fueran ellas, las Amigas al
Sur, las destinatarias de las ventas de nuestras PALABRAS A TIEMPO. Pepa y su
gente me han demostrado cuánto y cuánto lo necesitan, cuánto y cuánto lo
merecen.
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