Ronroneo de algodón
Un hilo de empatía,
maternal, acogedor,
fluye entre vosotras
amada mujer,
pequeña felina.
La mar se enamoró
de tu rostro nevado
y arribó a tus ojos,
y la sal será leche
en tu vientre materno,
para dar cobijo, sustento,
a cinco marineros
mensajeros del sol.
En tu seno se agitan
cinco retales de cielo
soñando un firmamento
de maullidos y juegos,
y tres pellizcos de ilusión,
el tuyo, el mío, el nuestro,
anhelantes por verlos.
Expertas palabras
afirman, nos dicen
que no eres consciente
de la vida que abrigas
y patalea y crece
en tu rósea barriga.
Ronroneo de algodón
que lustras la mirada
¿quién soy yo para negarlo?
pero el amor en tus ojos
día a día resplandece
retando a las estrellas
que celosas de tu reposo
en el sofá se adormecen.
Manantial de vida eres,
mamífera matriz, lucero
en placentas estelares,
flotando luz, entre mares,
universos y suspiros
la primavera renace.
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