Como romeros de la noche…
No es la primera
vez, espero que tampoco la última, que lo menciono en estos muros virtuales.
Sin lograr desbancar a La Caleta de mis juegos y sueños de infancia ha pasado
a ocupar un rincón muy especial en mi corazón. Su nombre Pinar de Las Canteras,
en la Villa de Puerto Real.
Coincidiendo con
el crepúsculo, este pasado sábado su aromático lecho de lentiscos, piñas y
arenas acogió a una multitud tal que nadie imaginaba, aún menos los
organizadores del evento; la Delegación Municipal de Medio Ambiente. Como
romeros de la noche, amparados por los brazos y rostros de sus hercúleos
guardianes, nos fuimos despojando de nuestras alforjas de adultos y llevados
por las manos de los más pequeños anduvimos en busca de los duendes y hadas del
lugar, que nos hechizaron a todos por igual con sus tonadas, sus chistes y sus
leyendas. Advertidas y animadas las luciérnagas trotaban, que no volaban, al
compás de nuestros pasos y algún que otro ruiseñor abandonó su reposo para reír
con nosotros. La diosa Magia sobrevoló nuestras pupilas salpicándolas con
gotitas de ilusión. Y allá en lo alto más alto más alto una mesnada de
serafines desplegó un manto de serenos matices que nos resguardó de frío y
humedad. ¿Quién querría que suceso tan bello acabara? Algunos guardamos en los
bolsillos gotitas de ilusión para dejarlas escapar, de cuando en cuando, en la
guarida más secreta de nuestra habitación.
(c) Rafael Arauz González. 2013
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