Verde marea
Tierno rebaño, ya pastan,
que del redil no escapemos,
a buen recaudo ya quedan
como dóciles borregos.
A la escuela de mi barrio
le han dictado la sentencia,
cuerdas cabezas tensadas
de almidón y alta ralea.
Baja del río hacia la mar,
escala de la mar al río,
por aquí y allá el griterío
vivaz de una verde marea.
Espolea la verde marea
para asistir a la escuela,
en mi niño una espina,
yo te extirpo la espuela.
Cien mil niños y un millón
para escupir al ladrón,
cien mil niños y un millón
para gritar al ladrón.
Que repetir ¡no queremos!
ni el curso ni la historia.
Mi razón bajo custodia
de los santos sacramentos.
Y ahora elevo mi voz
para que escuche el ladrón
que repetir ¡no queremos!
¡lo que usted diga señor!
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