Desposorio de Duquesa
Han llegado dos tigres
a nuestros aposentos,
uno de ojos tristes,
el otro macilento,
no parecen fieros
pero son inmensos.
Vienen a desposar
a la gata Duquesa,
ella no se deja amar
y empluma la cabeza.
No pocos los días,
con sus largas noches,
en casa estarán
los inmensos tigres,
procuren procrear
o pierdo la cabeza,
procuren fecundar
o la gata Duquesa
queda sin ralea.
© Rafael Arauz
González. 2013
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